miércoles, 23 de mayo de 2007

THE LAST DANCE WITH MARY JANE



Acudo a él
Y nada mas
Voy a él sin expectativas
Pero con la humedad en mí
Y nada mas
Me espera sin amor
Pero con la erección en él
Y nada mas
Duerme después de recorrer
Labios, pechos sexo
Y nada mas
Un par de orgasmos él un par yo
Y nada mas
Desde la tarde a la madrugada
Fueron mas horas que lo usual
Me dejó sus olores, tabaco y perfumes de su piel
Dolores de raspadas de su barba y de sus manos en mis nalgas
Y nada mas
Y cuando vuelva a llamarme reincidiré
Acudiré por caricias prestadas
Y nada mas
Por caricias que me exalten
Besos que me exciten
Y nada mas
Probablemente lloraré después
Lágrimas saladas con ausencia de dolor
Y nada mas
Congojas, lástimas, arrepentires
Volveré para danzar en el refugio de mary jane


2 comentarios:

Jenipher dijo...

Por qué...?

Por qué pasa que tantas veces dejamos que se nos utilice, y luego la sal de las lágrimas queda en nuestro paladar... paladar que pide volver a sentir esos otros sabores... sabores del amor prestado, de favores sin sentimientos???

Y lloramos, y lloramos más... y repetimos la historia... una tras otra... es amor lo que sentimos? o qué? es la miseria de nosotros mismos? o el deseo de sentirse querida aunque sea de "cuento"...?


Aceituna... acabo de ver tu visita en mi bitácora... mi diario... y sentí gran tristeza... no sé... como dices, hasta un perro puede hacerse parte importante de nuestra familia, pero ese algo que falta... duele...

Besos de chocolate...

@Igna-Nachodenoche dijo...

Y cada vez que el amor
llame a mi puerta
abriré, y nada más.

Porque él está para gozarlo...

Bello tu post.

Te beso.